MOTIVACIÓN     

(Parte.2)

Has de tener bien claro que para cualquier objetivo que queramos hacer realidad es entre otros aspectos imprescindible invertir un tiempo y, este bien, de un valor incalculable será de todas, todas innegociable. Dicho tiempo, que hay que dedicar irá en función del reto a alcanzar, el área en la que nos movamos y la cualidad del profesional protagonista del que se trate el sujeto en cuestión. Un requisito fundamental como este, se lo restaremos a nuestra existencia, una parte del total, pero estará ahí presente siempre, no podremos por más que nos empeñemos en prescindir de él.

La elección ESTÁ EN TI, porque este tiempo, no entiende de ocupación, con otras palabras, siendo que por igual en lo bueno como también en lo menos bueno se necesita, partiendo de esta realidad, ¿PORQUE, Y DESDE EL PUNTO DE VISTA QUE TODO MORTAL LO DISPONE Y PROPONE CON TAL LIBERTAD PARA SI MISMO, NO LO DEDICA EN CUERPO Y ALMA EN ALGO QUE LO DIGNIFIQUE COMO SER HUMANO? RECUERDA: “TÚ VAS, QUIERAS O NO EN TU VIDA, A SER EL DISEÑADOR DE UNA HISTORIA DE COLOR DE ROSA” ¿PORQUE NO DECIDES QUE SEA LA TUYA?

Tu prestigio hay que tener muy presente que en todo momento en la vida que durante el desarrollo de tu ocupación va a estar en juego, si de verdad quieres ser de cara al futuro una persona próspera. Por lo que el nivel que alcances en la especialidad de tu dedicación dependerá en grado sumo de que te hayas previamente preparado a conciencia a en el campo que elegiste en el pasado emprender. Que decir tiene, que debido a la ambición que toda persona ha de tener en su vida, o se le supone, no puede quedarse estancada, por los siglos de los siglos, en el mismo punto que el día primero fecha comienzo de su plan. Aunque también es verdad que como ocurre en todo en la vida, esta clase de sujetos haberlos, haylos, en todos los estamentos de nuestra sociedad, por lo que será n una excepción a la regla general. En este colectivo, demasiado numeroso en mi modesta opinión, optan que sus vidas resulten mediocres, lejos de aventurarse por una autorrealización, se puedan en fase de un inmovilismo total por tiempo que dure su existencia. Existen tres tipos de bípedos sobre nuestro planeta: Primero están los que hacen que sucedan las cosas; segundo, son los que presencial lo sucedido y, tercero, los que preguntas, ¿Qué sucedió?

Cárgale a tu adversario con la mayor responsabilidad, desasiéndote en elogios hacia el, regalándole adjetivos calificativos reconociendo sus méritos, que le hagan sentir como favorito a vencer en el enfrentamiento el cual os vais a batir ambos próximamente.

Esta es una estrategia ¡ojo! que se haga siempre con una condición, que sea sincera y verdadera, con relación a sus triunfos que merecidamente ha obtenido en su dilatada o no tanto, trayectoria desarrollando su profesión.

Funciona, este tipo de halago, por una parte, estás entendiendo y, así lo demuestras a viva voz, la importancia de hacer las cosas bien en el desempeño de la tarea que tenga asignada, por otro lado, y aquí te beneficia a ti, que el modo de proceder en cada una de tus actuaciones las cuales participes, las ejecutarás más sosegado.
La relajación, en este caso, sin ningún tipo de presión que te condicione la acción que se acomete se realiza siendo uno mismo, sobretodo, descargándote de cierta manera del peso lógico, de una obligación a la que cumplir se debe con la máxima eficacia. Los acontecimientos sobre la marcha son los que muchas veces nos marcarán el grado de intensidad que en el plan tenemos o deberíamos de imprimir en cada intervención.

Ello es porque a veces –no siempre- se puede mantener el mismo ritmo, en todos los casos la velocidad alcanzada se podrá regular según se entienda que lo permite sobre la marcha, vamos se puede detectar cuando procede. De ahí viene el subir o reducir esta, el porqué de apostar en primera instancia por el máximo, aunque no siempre será la mejor elección, en ocasiones también es verdad que dadas las circunstancias no nos lo permitan –muy puntuales- al no estar a nuestro alcance.
En síntesis, tenemos que aprender a medir los tiempos por todas las situaciones que se den, que a veces no nos salgan será en cierto modo comprensible, pero ello no quitará que el objetivo que se persigue sea el mismo, con la finalidad de que el rival no nos derrote.

Con paciencia, pues se necesita para todo en un proceso lógico, nos aportará la experiencia tan importante para actuar de la forma más idónea en cada momento explotando al máximo nuestras virtudes y minimizando nuestras carencias que todavía no hemos aprendido a potenciar.

En tu proyecto has de asegurar desde el inicio de este las bases, porque no te vengan encima a mitad de trayecto la altura; sería una verdadera lástima al no cuidar los detalles, después de tanto esfuerzo se fuera todo al traste. Hay que tener bien en cuenta en todo momento que si nos despistamos en este punto, un error de estas características se puede pagar demasiado caro, cuando aparte de ser claramente evitable, nos acarrearía con total seguridad unas consecuencias irreparables.

La astucia influye y mucho resultando un elemento importantísimo en todo profesional para evitar que este tipo de lances nos ocurran, siendo que deberían ¿Por qué no? de transcurrir los acontecimientos con absoluta normalidad, si de pararnos en nuestro proceder siempre con cautela y prevención. A nivel, entre otros, el económico, como de tiempo, podíamos destacar que es mucho lo que se puede perder al no prestar la atención debida, al suponer una parte de vital transcendencia en un negocio. Son la disciplina, el pundonor, la paciencia, la sencillez, la esperanza y la confianza en ti y en tus posibilidades, las que moldearán una actitud tal que será la llave que abra la puerta del éxito tan y tan anhelado.

Tú hoy estás recogiendo la siembra que efectuaste ayer, fuera esta de la naturaleza de la que se tratara, al igual si es de tu satisfacción o no lo es, esa misma semilla que plantaste en idéntica medida será la que cosecharás. De esta forma, la acción que llevaste a cabo en el pasado, en el presente, se produce una reacción en consecuencia, es lo que llamamos, la ley de la correspondencia. Así que el planteamiento es el siguiente, has de mirar cual es el efecto que la causa te genere mayor agrado y, dependiendo de la que sea AHÍ ES DONDE HAS DE INTERFERIR TÚ; ósea, para mañana estar enteramente agradecido con el resultado obtenido, el efecto que tu acción ha producido, tienes hoy, que provocar a partir de la causa, una reacción en ese sentido. ¿Lo podemos complicar? ¡CLARO QUE SÍ! Aunque por lo que a mí respecta “YA ME HE PUESTO EN MARCHA ¿Y TÚ? sucede que hablamos de una máxima inamovible nos guste o no, no está en nuestra mano variar un ápice este principio antiquísimo el cual está demostrado que funciona. ¿PODEMOS SEGUIR BUSCÁNDOLE LOS CINCO PIES AL GATO? ¡SEGURO QUE SI! PERO RECUERDA ¡¡YO CONTINUO…!! En mi modesta opinión, ahora, corresponde movilizarnos ¡AHORA! ¿mañana? DIOS DIRÁ. ¡EL PASO LO VAS A DAR TÚ, NADIE LO PUEDE HACER POR TI, ¡¡¡NO TE LO PIENSES!!!.