EGO     

(Parte.3)

Tienes en la vida con total seguridad la posibilidad de hacer realidad todo aquello que tu mente sea capaz de imaginar independientemente el lugar de conde procedas, ideología, sexo… al igual, también, del pasado que hayas vivido.

La creencia en ti resultará un ingrediente fundamental para que se pueda llevar a cabo el plan que te has propuesto como meta desarrollar; esta, la creencia, es una máxima de vida imprescindible para no venirte a bajo cuando comiencen a dar señales de vida las adversidades. ¿Por qué?  Porque de esta forma te garantizas como una especie de caparazón para proteger tus partes más vulnerables que son las más débiles y a las que hay que prestar especial atención, sobretodo, a los ataques despiadados de los detractores, que a menudo nos obsequian sin un motivo que goce de fundamento.

No sólo estará con luchar por y para la consecución de tu objetivo, que ya es, pues la dedicación, la lucha sin desmallo y el sacrificio por materializar tu sueño serán una parte básica, pero no por ellos prescinda por suficiente, de otros valores humanos que se tornan indispensables, formado en su conjunto un todo.

Para que no hagan mella en tu progresión de cara a alcanzar tu anhelo por el cual estás dándolo todo, vamos deberías, es por lo que se recomienda sin ningún tipo de condición, que toda persona, esté conectada continuamente, ¡SIEMPRE! Y, siempre es siempre, a libros, conferencias, literatura, en general, que el principal tema del que se esté tratando sea sobre LOS PRINCIPIOS DE ÉXITO.

El buen profesional vela de forma continua por revisar todos los detalles que conforman el proyecto el cual está desarrollándose o debe hacerlo, dentro de los cánones establecidos, siempre con la supervisión del buen funcionamiento de este, pues, entiende que es lo más aconsejable para llevarlo a buen término.

Como no podía ser de otra manera, sus conocimientos y sumando la experiencia adquirida de dicho profesional en el tiempo, así lo corroboran; es un experto como la copa de un pino, pues ello se debe a haberse curtido en su vida laboral a base de tropiezos y, de volverse a levantar, una y otra vez, siendo únicamente de este modo cuando se llega muy lejos.

Nunca se llegará a lograr su objetivo desviándose del camino trazado por muchos motivos de peso que queramos poner y, que de su primera piedra de este, la trayectoria se sabe a ciencia cierta la fecha, esta jamás falla, aunque también se cumplirá la fecha de llegada con total seguridad, pero con una condición: “LA DE NO PARARTE DURANTE Y MIENTRAS DURE”.

Si te agobian las tareas que tienes pendientes de realizar, ves zanjándolas aunque, poco a poco, pero sin cesar, no pretendes en ningún caso quererte poner al día, de la noche a la mañana en un plis plas, aparte, claro está, que dependerá del volumen de trabajo atrasado; podrás liquidar el montante en su totalidad, introduciendo una parte –pequeña- de este, todos los días junto a la labor a desempeñar de la jornada diaria.

Irás abordando los trabajos acumulados, eso sí, dando siempre prioridad por orden de mayor a menor importancia, según tú estimes oportuno, en comparación con los de menos trascendencia y, como último recurso los puedas llevar a efecto sobre la marcha una vez recuperada o recuperado.

Al paso de un tiempo, casi sin darte cuenta, siguiendo este programa, observarás que la faena ha ido menguando considerablemente y apreciarás el cambio que ha experimentado el antes y el después en tu ocupación; sirviéndonos para lo sucesivo para que no vuelva a ocurrir COMO LECCIÓN CON PROPÓSITO DE ENMIENDA.

Tan sólo del pasado podemos aprender para beneficiarnos de sus vivencias, que hayamos experimentado a lo largo de nuestra trayectoria, bien sea a título personal que en el plano laboral. Por lo tanto, no nos sirve del presente nada más que lo que aportemos ahora, del pasado, ese tiempo ya ha transcurrido, únicamente sus conocimientos adquiridos en otra época por la que en la actualidad poco-nada podremos cambiar.  Un momento, el ahora, ese sí que está enteramente a nuestra disposición, hacer, ver, tener… este instante actual, integro está en nuestras manos, el ayer, son los recuerdos que aquí en nuestra memoria perduran.

Está así la cosa por más que nos empeñemos en no reconocerlo, aquello que ya sucedió tiempo atrás nadie logrará modificar; la típica moviola, es otra historia que no podemos confundir, sólo existe en el campo televisivo, medios de comunicación… para escuchar las correspondientes grabaciones. TODO EL MUNDO DISPONE AL DÍA DE VEINTICUATRO HORAS, LA CLAVE ESTÁ EN: ¿QUÉ PUEDO HACER YO EN ESE TIEMPO QUE ES MIO NO DE OTRO?

Si al paso del tiempo descubrimos como muy lejano el objetivo que inicialmente nos habíamos marcado y, estudiado el proceso que debíamos seguir y, este no nos satisface será prueba evidente que existe algo que no marcha bien, alguna cosa que dejamos de hacer. A partir de este punto aprendemos dos cosas: primera, ver que se ha cometido un error y, reconocerlo por nuestra parte, ya tiene mérito y, segunda, a partir de ahora nos hará ser más precavidos en las actuaciones venideras.

Es de este modo como lograremos ser más prósperos en busca de nuestro cometido, no tomando la decisión a las bravas de tirar la toalla, con comentarios, ¡Esto no funciona! ¡No es para mi! y expresiones por el estilo, desde luego nunca “sintiéndonos culpables porque en algo nos hayamos equivocado”. “El milagro de volver a intentarlo que una vez hayas fallado, no te penaliza, nadie en absoluto te lo va a tener en cuenta para la próxima, RECUERDA: PARTES CON VENTAJA POR TENER, LA OPCIÓN DE VOLVER A PROBAR UNA Y OTRA, Y OTRA… VEZ      ¿NO ES MARAVILLOSO?