MEDITACIÓN
(Parte.1)
Con la gente que me rodee, un servidor, como responsable al cargo de un grupo de individuos que el ser profesionales lo conforman logrando un nutrido equipo que destaca por su alta competitividad, se habrá alcanzado sin lugar a dudas el objetivo marcado. Aquí, como cabeza visible de este colectivo, no puedo esconderme de los posibles errores, que como es natural se den, los reconozca abiertamente como propios.
Como no puede ser de otra forma, todo este personal, en su conjunto, formado por sus distintos niveles como en toda empresa que se precie, soy el máximo representante y, por ello respondo comprometiéndome por todos a dirigirlos con toda mi humildad por el mejor camino posible elegido por mi, con mis defectos y virtudes, en época de vacas flacas al igual cuando la suerte esté más de nuestro lado.
Es el momento de recordar cuando un líder elige a sus colaboradores tiene que dar la cara, pues es este y no otra, otro el que los eligió y, no puede luego ir culpando a nadie siendo responsabilidad exclusivamente suya, en circunstancias que se presenten mal dadas.
Al escoger a este número de personas, el líder ha de mostrarse cuidadoso, especialmente en que sean lo más afines de ser posible a él y, sobre todo, siempre con una única meta en mente llegar al final con el plan previamente establecido.
Las decisiones resultan muy difíciles de tomar, en cuanto las personas se retraen por temor, falta de iniciativa, entre otros, es por ello cuando con mucha frecuencia los individuos se ven inmersos en esta tesitura como una especie de asignatura pendiente que se resiste a superar.
Es obvio que cada cual quiere lo mejor y lo más justo para si mismo, por lo que la decisión la tendrá medio encaminada desde el momento vaya descartando aquello que no le sirva, para quedarse en definitiva únicamente con lo que le encuentre utilidad.
El beneficio por lo tanto lo tiene claro, ahora está en esperar que llegue la oportunidad que falta que se nos presente, escogiéndola sin dudar, dándolo todo sin cesar en nuestro empeño, con constancia, humildad, paciencia y fe ciega en nuestras posibilidades durante todo el desarrollo que dure el proyecto elegido.
Una ocasión por ti elegida cuando ya por fin te decidiste a dar el paso, has de entender como dice la siguiente oración: “El que da primero da dos veces”, partes ya desde ese mismo instante que dijiste ¡Voy! Con una cierta ventaja frente a tu inmediato perseguidor. Y viendo que otra, otro, se te puede adelantar, tú seas si lo comprendes de este modo, el que te lleves el gato al agua, antes que ella, el, se te ponga por delante, recuerda: “El que da primero da dos veces”, el que va en cabeza siempre goza de más probabilidades, con respecto a las del resto.
Hay que atreverse a elegir y rápido, por lo que las oportunidades son pocas veces las que se presentan en la vida y si no las aprovechamos nosotros, otras personas serán viniendo después los que nos ganarán la partida.
Hay que ver la diferencia que existe entre unos individuos y otros, en lo concerniente al paradigma que les supone verse frente un inconveniente el el camino que no les deja avanzar, les priva prosperar.
Las adversidades u obstáculos no son nunca para ningún mortal bienvenidos, está claro que todos quisiéramos que durante el trayecto que nos lleve hacia nuestro objetivo, fuera en lo ancho y largo de su recorrido siempre un camino de rosas, pero lamentablemente no sucederá de este modo.
Primero que no lo ha hecho en lo que llevamos de historia y, por lo que todo hace indicar lo continuará haciendo por los siglos de los siglos mientras el mundo siga siendo mundo; segundo, de ser tan sencillo llegar a meta que nada en absoluto nos lo impidiera, aparte de que todas las personas llegarían al destino programado, no se le valoraría coronar la cima más alta como siendo tan costoso es, como tal. Por lo tanto, el hecho de existir dos tipos de gente con un perfil marcadamente distinto entre estas, que son ganadoras y perdedoras, será en ocasiones tan sólo un revés de las segundas para transformarlas en más vulnerables frente a los ganadores, por ello mismo de manera inconsciente se encasillan sin remedio.
Cuando al ser ganador se le presenta una dificultad durante el itinerario que ha de recorrer hasta logar su reto, lo ve como una oportunidad de dar UN PASO AL FRENTE, el ser perdedor le supone a la inversa, piensa que no puede continuar y, entondes se para, por lo que representa dar UN PASO ATRÁS.