DIGNIDAD     

(Parte.2)

Es un error muy extendido el que hay, al pensar que disfrutar de las mieles del éxito se han de reservar para llegado a la línea de meta, entonces y no antes.

Has de crearte el hábito que durante las metas que te marques en busca de tu anhelado sueño, estas se vean premiadas a medio plazo mientras dure la travesía que existe desde el inicio hasta el destino.

A intervalos, que tú estimes sinceramente que lo tienes merecido, por la dedicación, intensidad y gran reto cumplido con la implicación que al lograrlo todo ello requiere. ESTO CONTRIBUIRÁ EN GRADO SUMO A QUE POR MEDIO DE INCENTIVOS TE SIENTAS ILUSIONADO AYUIDANDOTE POR LO TANTO A NO BAJAR NUNCA LA GUARDIA, Y SOBRE TODO, A QUE NINGÚN OBSTÁCULO DIFICULTE TU TRIUNFAL PROGRESIÓN.

Las personas somos seres de costumbres, que contraemos, o bien de forma, que así un día en el pasado lo decidimos, como totalmente siendo, que previamente lo planificáramos o, por el contrario, de forma inconsciente crearnos un hábito determinado, en el plano de la expansión, u obligación.

Importante analizar para saber distinguir, de que tipo se trata, aquel que realmente nos va a enriquecer o, por otro lado, a perjudicar, que en lugar de ser más prósperos cada día, nos lleve de manera regresiva poco menos que a la destrucción. Debido a que todos tenemos la libertad de escoger, ahora, cabe pensar y analizar la gran pregunta: ¿Por qué entonces partiendo en que todo mortal desea lo bueno para si, se elige lo dañino en ocasiones? La respuesta aunque podíamos alargarnos en el asunto, será breve y, es, porque todo el mundo se inclina por una salida fácil por comodidad a la situación que está viviendo actualmente.

Para verlo desde un punto más práctico como ya he mencionado anteriormente, el no extenderse por ahora, por lo que encuentro el tema interesante para muchos, estará, en ser serio viendo las posibles consecuencias que derivarán de la causa, primero, y, después, si nos satisfacen estas, adelante, con el fin de no llegar nunca a lamentarnos de un suceso cuando era claramente evitable.

Para no perder el norte, es vital mantenernos constantemente enfocados en nuestro objetivo, para así no desviarnos nunca del itinerario elegido asegurando de este modo las probabilidades que disponemos para alcanzar nuestro deseado premio.

Parece un requisito, a priori, sin importancia, recoger la recompensa, el trofeo, pues pensamos que ahí está y nadie nos lo puede arrebatar, es cierto, pues nos lo tenemos que ganar, por lo que un día de esta forma lo establecimos poderlo hacer realidad.

AQUELLO QUE SI HAY QUE TENER PRESENTE EN TODO MOMENTO ES QUE AL IGUAL QUE TENEMOS EN MENTE LA IMAGEN DE ESE SUEÑO, NO POR CULPA DE UN TERCERO Y SI POR DESVIAR NUESTRA ATENCIÓN POR FALTA DEL ENFOQUE CON LA ACTITUD CORRECTA.

Aquella persona que es pretendida por infinidad de nombres propios, instituciones, el estar tan solicitada, es clara prueba de ello de conservar en su haber de manera significativa una dilatada trayectoria profesional, sea cual sea la disciplina que como especialidad un día en el pasado eligiera desarrollar. Este tipo de sujeto, son como no podía ser de otra forma, los que están mejor remunerados, son los top de su profesión, los líderes, que servirán de espejo para poderles duplicar aprovechándose de su sabiduría para las futuras generaciones a lo largo y ancho de nuestro planeta se vayan sucediendo.

LOS NÚMEROS COMO DATO MÁS RELEVANTE QUE TÚ ELIJAS LOGRAR EN TU VIDA SERÁN SIN NINGÚN GÉNERO DE DUDA, LOS QUE TE COLOCARÁN DONDE TODO MORTAL ANHELA ESTAR ¡TODO EL MUNDO SIN EXCEPCIÓN ALGUNA QUIERES QUE ESTOS DATOS SEAN LOS MEJORES QUE SE PUEDAN DAR! ¿POR CUALES SON LOS QUE TÚ TE DECANTAS?

Todo el mundo tenemos las mismas opciones, ósea, dos, donde escoger los tipos diferentes de modo de actuar; todos, sin excepción alguna, sea el individuo independientemente del sexo, color de su piel, principios, etc. del que se trate, ahora, tan sólo dependerá de esta persona, la decisión que tome, como también sus consecuencias que de dicha actuación se deriven. Estas dos alternativas son: Primera, los motivos que le llevan al sujeto en cuestión a movilizarse y, por otra parte, muy distinta por cierto, las escusas o pretextos que con mucha razón, ponen por justificarse de tomar esta postura, y, así, con un solo objetivo, por lo que no tienen fundamento en la mayoría de ocasiones, de quedarse con la conciencia tranquila ignorando el debe de su mente.