AUTOANÁLISIS: "Palabras a mi mismo"
Nos pasamos la vida -en la mayoría de casos- en un proceso de bajar paulatinamente nuestros sueños a la altura de nuestro sueldo, conformándonos así, de forma inexplicable casi sin darnos cuenta; en lugar de elevar nuestros sueldos a la altura de nuestros sueños; ¿por qué no? o acaso tu no quieres como nada en el mundo lo mejor para ti y para los tuyos; TU PUEDES, TÚ TIENES LA CAPACIDAD INNÁTA... el derecho y, porqué no el merecimiento como ser humano de la posibilidad de disfrutar de los más selecto, exclusivo... PORQUE TÚ ERES ÚNICO DOTADO DEL GEN DE LA GRANDIOSIDAD, porqué conformarse con las "migajas" cuando tenemos todos los mortales al alcance LO MEJOR DE LO MEJOR, claro está, SOLO LO OBTENDRÁN AQUELLOS QUE ESTEN DISPUESTOS A PAGAR SU PRECIO.
¡TENGO UN PROBLEMA! Y, ya he recorrido un largo camino con la voluntad por delante de solucionarlo; aunque esto no será una realidad en cuanto no lo aborde de la manera efectiva y decidida, sobreponiéndome yo al problema CON ACCIÓN SIN CONDICIÓN.
Una actitud optimista, entusiasta, que te motive, que te haga ver las cosas desde un prisma en el que se materializan proyectos y, desde luego sonreír, sonreír mucho. El valor de la sonrisa, no cuesta nada, pero crea mucho, enriquece a quienes reciben, sin empobrecer a quienes dan; ocurre en un abrir y cerrar de ojos, y su recuerdo dura a veces para siempre; nadie es tan rico que pueda pasar sin ella y, nadie tan pobre que no pueda enriquecerse por sus beneficios, crea la felicidad en el hogar, alienta la buena voluntad en los negocios y es la contraseña de los amigos, es descanso para los fatigados, luz para los decepcionados, sol para los tristes y el mejor antídoto contra las preocupaciones.
Pero no puede ser comprada, pedida, prestada o robada, porque es algo que no rinde beneficio a nadie a menos que sea brindada espontánea y gratuitamente, porque nadie necesita tanto una sonrisa como aquel a quien no le queda ninguna que dar.
Cada vez que salga al aire libre, retraiga el mentón, lleve erguida la cabeza y llene los pulmones de aire hasta que no pueda más; beba el sol, saluda a sus amigos con una sonrisa, y ponga el alma en cada apretón de manos; no tema a ser mal comprendido y no perda un minuto en pensar en sus enemigos.
Trate de determinar firmemente la idea de los que desearía hacer y, entonces, sin cambiar de dirección irá directamente a la meta.
Tenga fija la atención en las cosas grandes y espléndidas que le gustaría hacer, pues, a medida que pasen los días, verá que inconscientemente, aprovecha todas las oportunidades requeridas para el cumplimiento de su deseo, tal como el zoófito del coral obtiene de la marea los elementos que necesita.
Forjese la idea de la persona capaz, empeñosa, útil, que desea ser, y esa idea lo irá transformando hora tras hora en tal individuo... EL PENSAMIENTO ES SUPREMO.
Observe una actitud mental adecuada: la actitud del valor, la franqueza y el buen talante. PENSAR BIEN ES CREAR.
Todas las cosas se producen a través del deseo y todas las plegarias sinceras obtienen respuesta. Llegamos a identificarnos con aquello en que se fijan nuestros corazones; lleve pues, retraído el mentón y erguida la cabeza: TODOS SOMOS DIOSES EN ESTADO DE CRISÁLIDA.
Estos pensamientos de Elbert Hubbard no le serán de provecho su estudio si no los aplica en la vida.
Frankl, quien estuvo internado un par de años en varios campos de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial, nos sirve de ejemplo, al contar su experiencia cuando fue transportado a la estación de Auschwitz, sonde se realizaba la primera selección de los detenidos que irían a trabajar los que serían eliminados inmediatamente en los hornos crematorios: "Como el hombre que se ahoga y se agarra a una paja, mi innato optimismo que tantas veces me había ayudado a controlar mis sentimientos en las situaciones más desesperadas, se aferró a este pensamiento positivo: algunos prisioneros tienen buen aspecto, parecen estar de buen humor, incluso sonríen, ¿quién sabe? TAL VEZ CONSIGA COMPARTIR SU FAVORABLE POSICIÓN Y VIVA PARA CONTARLO".
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En otro ejemplo del psiquiatra Victor E. Frankl, nacido en Viena en el año 1905, relataba que para superar la adversidad es muy útil encontrarle algún aspecto positivo a la situación que se está atravesando, y para clarificarlo, lo ilustra con la siguiente anécdota vivida en primera persona: En una ocasión, un viejo médico me consultó sobre la fuerte depresión que padecía; no podía sobreponerse a la pérdida de su esposa que había fallecido hacia 2 años y a quien él había amado por encima de todas las cosas; en vez de comentarle nada le hice la siguiente pregunta: ¿Qué habría ocurrido doctor, si usted hubiese muerto primero y su esposa hubiese sobre vivido? Oh, respondió, para ella hubiese sido terrible habría sufrido muchísimo; a lo que le repliqué: lo ve, doctor, usted le ahorró a su señora difunta todo ese sufrimiento, pero ahora tiene que pagar por ello sobreviviendo y llorando su muerte.
En el mundo entero van a seguir sucediéndose noticias de forma imparable estas serán buenas y malas, ahora, tú no puedes influir – en la mayoría de las ocasiones – ni en lo más mínimo de que estas se produzcan, sean de la índole que en general dichas noticias sean. Por otra parte, existen otros acontecimientos que se ocurrirán, que tú en estos sí, y de forma determinante vas a provocar, o no, que acontezcan. TÚ Y SÓLO TÚ SERÁS EL PROTAGONISTA, NADIE MÁS TIENE LA PALABRA “PORQUE AQUÍ SÍ SERÁ EN TU MUNDO”.
La evolución de las diferentes culturas ha sido gracias a aprovechar en cada momento los cambios que a lo largo de su historia se ha ido produciendo.
Siempre ha habido personas en las sociedades de las distintas generaciones que han sido autores materiales por sus actos, que ayudaron a mejorar lo que ya había, siendo los protagonistas de los cambios que se producirían más tarde, pero no por gusto o manía, sino por necesidades reales que el pueblo, la sociedad en general demandaba en el día a día en sus más variados ámbitos y, así, estos señores lo entendían POR SER UNA REACCIÓN CONSUSTANCIAL EN EL SER HUMANO.
Por muchos conocimientos, por reconocidos estos y de nivel que sean, no te servirán de nada, no te serán de gran ayuda si no los aplicas en la vida; todo lo contrario ocurrirá, que por limitados que sean dichos aprendizajes que hayas adquirido a lo largo de tu vida, resultarán estos mucho más efectivos si los tienes presentes y entendiéndolo que si las prácticas en el momento oportuno te rendirán para el futuro seguros beneficios, perdurables y sostenidos en el tiempo.
Ser exigente con uno mismo equivale a querer más, a no conformarse con lo establecido, que existe posibilidad de mejora, a tener claro que PODEMOS SI QUEREMOS, si realmente nos lo planteamos seguro que lo lograremos… sobre todo que el tiempo hay que aprovecharlo al ser nuestro bien más preciado; tan sólo un puñado de segundos pueden cambiarle la vida a un individuo, entendiendo que EL PORQUE DE NUESTRA EXISTENCIA EN LA TIERRA SE BASA EN DAR SIEMPRE UN PLUS EXTRA A LO QUE ESTEMOS HACIENDO PARA ALCANZAR ASÍ LA AUTORREALIZACIÓN.
El temor al fracaso, la incertidumbre, al ¿qué pasará?... es el principal obstáculo que paraliza a las personas a emprender en su vida algo nuevo, algo por el que pueden hacer realidad sus sueños, otro proyecto, aflorar sus inquietudes que asegure a lo que en sensaciones se refiere, expectativas que garanticen de cara al futuro distintas de las que hasta ahora se han presentado.
Un modelo en el que goce de unas características afines a ti, dicho de otro modo, que sea con lo que más te identifiques, guste y disfrutes durante su desarrollo; que no sean nunca agentes externos los que a ti te INMOVILICEN, RECUERDA: “TODO AQUELLO QUE SE ESTANCA, SE PUDRE”.
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Han de guardar relación directa, ser lo más similar posible tus actos, respecto al semblante que se refleja en tu rostro, no será fiable este, no se corresponderán ambos – imagen, aspecto – por lo tanto no vas a dar la credibilidad que pretendes, en el momento dices una cosa y tú procedes en sentido opuesto, pues con “la boca pequeña” no se consigue nunca el propósito por el cual se está luchando.
Haciendo honor al dicho “cuando el río suena agua lleva” a base de la repetición de las palabras, tu mente va a dar por buena, como posible… a medida que transcurra el tiempo, esta llegará el momento en que lo materialice, al no saber distinguir lo real de lo ficticio, convirtiéndolo como por obra de magia se tratará en real y de esta forma, aquello que en un principio parecía algo imposible.
Los expertos en comunicación son conscientes de la fascinación que sentimos las personas por los desastres y desventuras que acosan a nuestros congéneres; en consecuencia parece que pasamos más tiempo amargados por las noticias aberrantes, que celebrando los momentos dulces y buenos que continuamente nos depara la vida.
Un grupo de colegas expertos en explorar el mundo a través de Internet, realizaron un análisis de artículos aparecidos en el año 2004, en una muestra de periódicos de unos cuantos países de Occidente; del día 1 de enero al 31 de diciembre de ese mismo año el término – optimismo – apareció en los diez diarios examinados un total de 6.619 ocasiones y, el termino – pesimismo – 1.983 veces, lo que supone el triple mayor; de entre estos periódicos se encontraban ABC, El Mundo, El Universal de México, The Washington Post, La nación de Argentina, etc.
Según las normas que parecen gobernar la información periodística, el optimismo, a simple vista, no cuenta como noticia, por dos motivos: uno es cualitativo y se basa con la consabida premisa de que las buenas noticias, las positivas, no son noticia; el segundo, y este es cuantitativo se fundamente en la fórmula de que a más alta probabilidad de que algo ocurra, menos valor posee como noticia; está comprobado que la disposición optimista es una cualidad positiva y frecuente entre los hombres y mujeres, aunque a veces pase desapercibida, por la que no cumple con la aprobación de que den prioridad en la noticias a los eventos negativos o que sean una novedad.
No hace mucho tiempo se dio con la clave que explica que la visión optimista, pese a ser lo bueno y lo más corriente, bajo ciertas condiciones fascina a lectores incluidos periodistas; existe una sorpresiva relación entre el temperamento de la gente y la esperanza de vida.
Varios estudios demuestran que los jóvenes catalogados de pesimistas padecen mayor riesgo estadístico de muerte que los sujetos que se inclinan por una actitud optimista, sin embargo estos datos no les impresionaba lo más mínimo, no veían nada insólito el hecho que este temperamento fuese maligno; otros artículos científicos revelaban que la tendencia a una personalidad positiva siempre mejora y en muchos casos también alarga la vida de enfermos graves de corazón, sida, cáncer… estos artículos si les llamaron y mucho la atención, en otras palabras ES HALAGADOR EL OPTIMISMO ESPECIALMENTE SIENDO NOTICIA EN CIRCUNSTANCIAS DE DESGRACIA Y ADVERSIDAD.
Sería de primordial importancia que a partir de la adolescencia inculcáramos progresivamente con relación a la edad a nuestros hijos que el valor que posee el tiempo es lo más valioso que tenemos los hombres y mujeres, dado que este a medida que transcurre y ves más que hacia adelante – personas adultas – miras hacia atrás y observas el trecho ya recorrido, entonces comparas con lo ya hecho y te da el balance de que si lo has aprovechado al máximo o no, aparte de que haya sido más o menos el recorrido, es cuando realmente más lo valoras; a diferencia de las personas más jóvenes, que por ello, les quiero alentar que lo vean como una oportunidad de lograr muchísimas cosas y, no llegar a una edad avanzada y decir: MÁS PODÍA HABER SIDO AHORA YA ES TARDE, AUNQUE TAMBIEN ES VERDAD QUÉ NUNCA ES TARDE SI LA DICHA ES BUENA.